No es normal que un albañil se ponga en lo alto de un edificio cuando éste va a ser demolido, pero bueno... ¡qué se le va a hacer! Tendrás que echarlo abajo igualmente, eso sí, intentando que los escombros no superen determinada altura, que los edificios vecinos no se dañen y que el temerario albañil acabe con la cabeza sobre los hombros. Difícil pero no imposible.
|